Francisco Bellorín, más conocido como «Lolo», comenzó su apasionante trayectoria en el surf a los 4 años en el Malecón de Choroní, estado Aragua. Desde pequeño, Lolo observaba a sus hermanos surfear y, con gran determinación, aprendió a montarse en una tabla incluso antes de saber nadar.

La pasión de Lolo por este deporte era incontenible. Todos los días, antes de ir a la escuela, recorría el Malecón de Choroní para conocer las condiciones del oleaje, y en ocasiones incluso solicitaba permiso para salir temprano de clase y poder surfear.

A los 6 años, Lolo recibió su primera tabla de surf, convirtiéndola en su «novia» y parte integrante de la familia, llegando a dormir con ella. Su talento y dedicación lo llevaron a participar en su primer Campeonato de la Asociación de Surf del estado Aragua a los 7 años, donde obtuvo su primer podio.

Uno de los logros más importantes de Lolo fue su triunfo en el Mundial de Surf 2016 en Costa Rica. Sin embargo, este éxito le provocó problemas en la rodilla y los ligamentos, lo que lo obligó a dejar de surfear por un año. Durante ese período, Lolo se retiró por completo del deporte, hasta que sus compañeros Jose Joaquín López y Rafael Pereira lo motivaron a volver a las olas. 

En 2018, Lolo representó a Venezuela en el Campeonato Panamericano en Lima, Perú, donde se coronó campeón, demostrando su espíritu de lucha y su inquebrantable